A DIEZ AÑOS DEL PRIMER NI UNA MENOS

El presente documento tiene la finalidad de ofrecer una reflexión acerca del aniversario número diez del NI UNA MENOS.

En aquel momento en la sociedad un nuevo feminicidio (Chiara Páez) tocó los corazones de todxs. Por primera vez, el 3 de junio de 2015, las calles se inundaron de mujeres y diversidades de todas las edades que clamaban por justicia. 

Estudiantes, académicas y trabajadoras de todos los ámbitos se sumaron en cuerpo y alma a una nueva expresión de los feminismos: la masividad. La convocatoria se realizó a través de redes sociales viralizando y contribuyendo, por un lado, a la visibilización y por otro, menos favorable, a la reproducción de la violencia basada en estereotipos de género por parte de los mismos medios. 

En este sentido, se profundizó la adhesión al movimiento no solo compartiendo la información sino tomando posición a través del uso por ejemplo de pañuelos violetas que referenciaban al movimiento invitando a la reflexión colectiva para así, evitar la espectacularización de la violencia y el uso mediático del fenómeno.

A partir de ese momento, se puso en cuestionamiento el sistema patriarcal en el que vivimos, desnaturalizando las prácticas cotidianas, tales como los micromachismos y la violencia simbólica que sustentan las expresiones más crueles de la violencia como los femicidios.

Hoy a diez años de aquel momento histórico, nos encontramos con un recrudecimiento de las violencias y estadísticas alarmantes que no sólo manifiestan un aumento de femicidios sino también de otras desigualdades estremecedoras.

Según datos del observatorio Ahora que sí nos ven entre el 3 de junio de 2015 y el 25 de mayo de 2025 son :

  • 2827 femicidios (2543 directos y 284 vinculados).
  • 1 femicidio cada 31 hs.
  • En el 85% de los casos el femicida pertenecía al círculo íntimo o era conocido de la víctima
  • El 64% de los casos tuvieron lugar en la vivienda de las víctimas.⁠
  • El 17% (2 de cada 10) de las víctimas de femicidio habían realizado al menos una denuncia y el 10% (1 de cada 10) tenían una medida de protección judicial.
  • ⁠Al menos 2507 niñxs quedaron huérfanxs.
  • El 23% de las jóvenes asesinadas fueron desaparecidas con anterioridad, y el 21% de ellas sufrió ataques contra su integridad sexual.
  • En lo que va del 2025 hubo 108 femicidios en Argentina.

Consideramos que como efectores de salud, cuyas prácticas se enmarcan en normativas internacionales, nacionales y provinciales debemos redoblar los esfuerzos en el reconocimiento de las violencias, contribuir a la eliminación de las mismas y sobre todo a un ejercicio profesional con perspectiva de género.

Los efectos que la violencia tiene en las personas son claros y es nuestro deber ético profesional y político reconocerlo, desindividualizándolo y entendiéndolo como resultado de un conjunto de condicionamientos sociales. La salud mental no es ajena a dichos atravesamientos históricos, sociales, políticos, culturales y económicos.

Para finalizar nos proponemos abrir la pregunta acerca del compromiso con la transformación social que refleja el encuentro colectivo del NI UNA MENOS. Entendiéndolo no solo como una instancia que convoca al encuentro sino como una herramienta de construcción de nuevos sentidos y porque consideramos que SIN PERSPECTIVA DE GÉNERO NO HAY SALUD MENTAL.