El día 2 de junio nos reunimos en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, con la presidenta de la Comisión de Federaciones y Colegios Profesionales, Dip. Maite Alvado y el Dip. Ariel Archanco con el fin de elevar al cuerpo deliberativo una propuesta de modificación de la ley 10.306.

Proponemos modificar la denominación del Colegio de Psicólogos (asignada por Ley N° 10.306), para que pase a llamarse Colegio de Psicólogas y Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires.

Entendiendo que el lenguaje no es una creación arbitraria de la mente humana, sino un producto socio-cultural que influye en nuestra percepción de la realidad al condicionar nuestro pensamiento y determinar nuestra visión del mundo.

El lenguaje utilizado históricamente para referirnos al colectivo profesional de la psicología solo hizo referencia a los “varones” psicólogos. Hablamos de una caracterización hetero-patriarcal y hetero-sexista, que solo resalta al colectivo “psi” basándose en aspectos genéticos que, entre otros aspectos, reduce la posición de la mujer y disidencias en comparación con las personas del género masculino (conf. “Recomendaciones para un uso no sexista del lenguaje”, 1999 UNESCO).

Teniendo en cuenta las luchas que las mujeres y disidencias conquistaron en las últimas décadas, sobre todo en los últimos años, el lenguaje sexista es una de las batallas culturales más complejas de conquistar, pues no es fácil modificar visiones tan arraigadas en una sociedad.

El cambio cultural que se busca no es solo una expresión de buenos deseos, sino una obligación del Estado Nacional, Provincias y Municipios. En este sentido, la ley 26.845 expresamente reconoce el deber del Estado Nacional de eliminar todo tipo de discriminación entre varones y mujeres y disidencias sexuales en todos los aspectos de la vida. También se obliga a promover las políticas públicas necesarias para sensibilizar, prevenir, sancionar y/o erradicar todo tipo de discriminación y violencia contra las mujeres y disidencias sexuales (conf. arts. 2 inc. a y c Ley 26.485).

El Estado asumió el deber de remover los patrones socioculturales que promuevan y sostengan la desigualdad de género y las relaciones de poder desigual entre varones y mujeres, además de garantizar la igualdad real de derechos, oportunidades y trato entre varones y mujeres (conf. arts. 1, 2, 3 y 5 Ley N˚ 23.179, que aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, art. 2 inc. e Ley 26.485 y concordantes).

Por ello, el proyecto aquí propuesto pretende asumir que la violencia contra la mujer también se da desde lo simbólico porque la relega en relación a los “varones” que ejercen la misma profesión (conf. art. 5 inc. 5 Ley 26.485).

Otro dato que queremos agregar, es que si bien las estadísticas sobre género no constituyen un factor determinante para la propuesta que aquí se realiza, vale resaltar que la inmensa mayoría de profesionales de la psicología son personas que se identifican dentro del género femenino. En concreto, en la actualidad el colegio cuenta con 27.739 personas matriculadas, de las cuales 24.295 son mujeres.

Si bien esos datos no justifican por sí mismos el cambio de denominación propuesto, de todas formas, nos demuestra la invisibilización que sufrieron y sufren las mujeres y disidencias dentro del ámbito profesional de la psicología, aún cuando son amplia mayoría.

Es por todo esto que proponemos modificar la denominación del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires conforme Ley N˚ 10.306 para dejar atrás una identificación de la profesión estrictamente masculina y, en cambio, aportar con acciones concretas que favorezcan a los cambios culturales de la época que transitamos. Más equitativa, más empática, más justa.